El Calendario Maya

Mitos y Leyendas

Mito eta kondaira guztiak  Getxoko Liburuaren Azokan zeharreko bisitariek utzi zizkiguten hemen dituzue.

Aquí tenéis todas las leyendas y mitos que los visitantes durante la Feria del Libro de Getxo nos dejaron.


LEYENDA DE KANTUTA

Enviada por Claudia Jimena Auza Torrez

Cuenta que hace muchísimos años existieron en las tierras del Kollasuyo dos ricos y poderosos soberanos. Uno era Illimani, gobernaba el norte y tenía un hijo: Astro Rojo, nacido bajo el símbolo de una estrella roja. El otro era Illampu, dueño del sur y los Yungas. También tenía un hijo: Rayo de Oro, llamado así por una estrella dorada que apareció el día que nació.

Ambos monarcas, al igual que sus hijos, habían nacido bajo el augurio de sus respectivas estrellas, cuyo esplendor aumentaba con la prosperidad de los dos imperios.

Pasó el tiempo, sin que nada pasara, hasta que un día ambos soberanos comenzaron a sentir envidia por el esplendor de las estrellas. Como su brillo era el reflejo de la dicha y poder de un mortal, Illampu decidió acabar con Illimani y le declaró la guerra.

Ambos pueblos combatieron todo un día hasta que los dos monarcas quedaron heridos de muerte. Antes de morir obligaron a sus hijos, Astro Rojo y Rayo de Oro, a jurar venganza. A los dos príncipes no les quedó otra que acatar la voluntad de sus padres y tuvieron que enfrentarse.

Como sucedió con Illampu e Illimani, sus hijos quedaron heridos de muerte. Pero, los nobles príncipes, en lugar de pedir venganza, se dieron un abrazo como muestra de perdón.

Cuentan que en ese momento se escuchó un gran estruendo y que de la tierra salió la figura de una mujer. Era la Pachamama quien, molesta con los monarcas, hizo caer del cielo sus dos estrellas que fueron a dar contra las rocas de los Andes, convirtiéndolas en dos masas inertes y opacas sin más brillo que la blancura de su nieve.

Conmovida por la actitud de los príncipes, les dijo que una vez muertos la luz de sus estrellas, rojo y amarillo, se convertiría en el símbolo de un pueblo que más tarde viviría en esas tierras y tomaría para su bandera esos dos colores y el verde de la esperanza.

Pasó mucho tiempo y sobre esas tierras desiertas y desoladas se encontraban el Illampu y el Illimani, las dos más altas montañas que hoy conocemos. Con el deshiele de sus nieves, lograron fecundizar la tierra que guardaba la tumba de los dos príncipes, donde brotó una verde y enmarañada planta que cuando llegó la primavera se cubrió de color rojo y amarillo, formando una linda tricolor con el verde de las hojas. Siglos después, como lo había anunciado la Pachamama, surgió un pueblo que tomó esa flor y esos colores como sus símbolos. Sí amiguitos, ese pueblo es nuestra patria y esa flor es la Kantuta que florece en las breñas de los Andes.

Leyenda extraída del libro «Leyendas de mi tierra» de Antonio Díaz Villamil.

Espero os guste…

LA LEYENDA DE LA MONTAÑA WUTAI

Las cuatro montañas del budismo de China son las montañas Wutai, Emei, Putuo y Jiuhua. Según leyendas, estas montañas eran lugares que los cuatro budas Wenshu, Puxian, Guanyin y Dizang profesaron el budismo, por eso, estas montañas tienen una larga historia de la cultura religosa y son famosos lugares de interés de China.

La montaña Wutai se eleva en la provincia de Shanxi, centro de China. Tiene 5 picos, cuyas cimas son tan llanas como terraza, gana el nombre de Wutai(en el chino, tai significa la terraza). Wutai incluye dongtai–tai de este, dongtai–tai de este, nantai–tai de sur, beitai–tai de norte, y zhongtai–tai de centro. La montaña Wutai es el punto más alto de la región Huabei.

Según dicen, antes, esta montaña tenía el nombre Wufeng. Como hay mala clima, los campesinos no podían cultivar la tierra. El buda Wenshu pasó por allá y vio que la gente estaba sufriendo y decidió cambiar el clima de esta región.

El buda Wenshu sabía que el rey de dragón del mar este tenía una piedra llamada Xielong que puede cambiar el clima seco en húmedo. Por eso, se convirtió en un monje y visitóal rey de dragón para prestar la piedra.

Al venir al palacio de dragón del mar de este, vio una enorme piedra y se sintió frío. El buda dijo al rey de dragón la causa de su visita, el rey de dragón le dijo: “Lo siento, no puedo prestarle esta piedra. Porque nos costó cientos años llevarla del fondo del mar. Cuando mis hijos vuelven al terminar el duro trabajo, se sienten cansados y calurosos. Sólo costarse en esta piedra, aliviarán el cansancio. Si se la presto, mis hijos no tendrán lugar para descansar.” El buda le pidió muchas veces y le dijo que era monje de la montaña Wufeng, necesita esta piedra para ayudar a la gente de la tierra.

El rey de dragón no quiso prestarle la piedra, por eso, dijo un pretexto: “La piedra pesa mucho. Si tiene la capacidad de llevarla solo, le permito llevarla.”

El buda Wenshu dijo un conjuro y convirtió la piedra en una píldora y la llevó. El rey de dragón estuvo muy sorprendido, pero ya no pudo arrepentirse.

Al volver a la montaña Wufeng, la gente estaba sufriendo una sequía. Colocó la piedra mágica en un valle. Inmediatamente la montaña se convirtió en un pastizal fresco. Por eso, este valle fue nombrado el valle fresco. Se estableció un templo y le dio el nombre el Templo Fresco. La Montaña Wufeng cambió su nombre como la Montaña Fresca. Hasta hoy día, la montaña Wutai tiene el nombre la montaña Fresca.

LA CORTA DE PÂLU-UÂLA.

Enviada por Kandi Valle (El año pasado estuve de voluntario con una ONG ecologista en Panamá y tuve la fortuna de interactuar con el pueblo indígena Kuna Yala (o Guna, como lo escriben en su idioma). Un pueblo fascinante que aun conserva la mayoría de las costumbres ancestrales en la que mantienen una relación muy cercana y respetuosa con el Medio Ambiente.)

«Descendido a esta tierra, Ibelêle(1) venció a todos los hombres y mando a sus enemigos por debajo de la tierra. Y vió venir a una mujer vestida de azul, la cual venía cantando así: «Sal árbol, sal bebiendo». Estaba borracha. Llevaba un pez consigo y no cesaba de repetir su canción. Su nombre era Achamomor(2).
Ibelêle bajó a averiguar de dónde venía la mujer. Para esto construyóse una surba(3). Al día siguiente dijo así a sus hombres: « La mujer que vino ayer me nostró el árbol de Pâlu-uâla. En la сора de este árbol hay tierra con cultivos, agua dulce y salada, peces y animales de toda clase, aves y plantas. ». E Ibelêle dijo a sus sobrinos: « Junto al pie del Pâlu-uâla hay ôlôpirya(4) ». Y se fueron al pie del árbol y se pusieron a cortarlo. Pero el primer día no lograron cortar más de un palmo de hondo.
Al día siguiente, al llegar otra vez al árbol para seguir cortando, vieron que la tajadura se habia vuelto a cerrar. Entonces Ibelêle dijo a sus hombres: « Hay animales que vienen a este árbol ». Y se fué otra vez a la surba(3). Una vez que supo cuáles eran los animales que iban al árbol dijo a sus hombres que eran tigres grandes y el sáyla(5) de las ranas quienes habian ido a lamer el Pâlu-uâla. Por esto no había caído éste. Luego Ibelêle llamó a su hermano Ekúakinyalilele diciéndole: « Vete al árbol para custodiarlo para que estos animales no vengan a lamer la parte cortada ». Púsose en guardia Ekúakinyalilele; aguardó y vió acercarse al árbol a los grandes animales. Llegó primero el Tigre grande, y le mató. Luego vino la Culebra grande, y también a ella la mató. Por último, llegó la Rana grande, animal al que igualmente dió muerte. Habiendo matado a todos los animales que venian al árbol, se fueron los hombres a cortar de nuevo. Pero los trozos que caían en la ôlôpirya(4) se convertían en peces de los que no sirven para comer. A pesar de todo, el Pâlu-uâla no caía porque las nubecillas no le dejaban caer. Ibelêle les dijo entonces a sus servidores que subieran a la сора del árbol para cortar las nubecillas. Empezaron a trepar pero no llegaron más que hasta la mitad del tronco. Entonces dijo a Nikirgua(6) que le cortara las nubecillas.
Subió éste entonces al árbol comо un relámpago. Traía consigo un hacha de piedra. Llegado a la сора, comenzó a cortar, y el árbol comenzó a inclinarse. Pero antes de que cayese por tierra, extendióse una red de oro (ôlôsaki) y otra de plata (mânisaki) para recoger todo lo que había en la сора del árbol. Cayó el árbol, у del agua nacieron los grandes océanos.
La gente vino entonces corriendo y recibió cada cual su parte de frutas de diversas clases como plátanos, yuca, ñame, maíz, árboles frutales etc., lo mismo que peces como el pargo, sábalo, la corvina y otros muchos.»
Y por habernos procurado Ibelêle todo esto a nosotros es nuestro gran Něle(7).

(1) Ibelêle: uno de los heroes de la cultura Guna. Ibe uno de los nombres que dan al sol.
(2) Achamomor: Mariposa
(3) Surba: una division especial de la choza
(4) ôlô: Remolino de oro. Pirya: lugares donde hay animales féroces
(5) Sáyla: cacique o jefe.
(6) Nikirgua: ardilla pequeña
(7) Nële: una especie de chamán о vidente entre los indios Gunas.

AMETS MITOLOGIKOA

Amets mitologikoa, es una canción infantil con algunos de los personajes de la mitología vasca que visitan a una niña a través del sueño una oscura noche de tormenta.

Un Tartalo (cíclope), se metió en mi cama
para refugiarse de la tormenta,
y yo le di la mano, pues estaba temblando.
Estuvimos calentitos los dos,
mientras los rayos caían y San Pedro
jugaba a los bolos sobre nuestras cabezas.
Dicha sea la verdad, ay ay mama, un poco de miedo sí tenía
fíjate lo que sería que hasta la imagen
de Joxemiel Barandiaran se apareció en la pared
Basajaun tocando la puerta, un Gentil escondido en el armario,
Galtxagorri y Lamia debajo de mi cama.
Fue increíble ver aquellos personajes mitológicos
tocados por el miedo….
De pronto se hizo la luz en mitad de la habitación
y la reina Mari, apareció a lomos de un rayo diciendo…
¡¡ Dejad en paz a la niña y marchad todos al bosque !!
La imagen de Mari sí que fue como para que te entrara la cagalera
pero poderosa y bella… la madre de la tormenta.
Se pusieron en marcha sin decir ni muu…
cada uno hacia su lugar de origen
y Tartalo me regalo un guiño con su único ojo.
dicha sea la verdad. Ay ay mama, un poco de miedo sí tenía
fíjate lo que sería que hasta la imagen de
Joxemiel Barandiaran se apareció riéndose.
Mi sueño mitológico, mi sueño mitológico….


TARTALOREN IPUINA

Dos hermanos del caserío Antimuño, de Zegama (Gipuzkoa), sorprendidos por una tormenta en medio del monte Zadar, mientras se dedicaban a cazar, se refugiaron en una choza. Al poco entró también un rebaño de ovejas, y un gigante con un solo ojo en medio de la frente, propietario de la misma. Era Tartalo, el temido antropófago, quien cerró la entrada de la choza colocando una enorme roca en la puerta.
Al ver a los dos hermanos, sentenció:
– Tú para hoy – señalando al más viejo de los hombres.
– y tú para mañana – señalando al más joven.
Tras lo cual atravesó al mayor de los hombres con un largo asador, lo puso al fuego y después se lo comió con gran voracidad. Luego se tumbó en el suelo y se quedó profundamente dormido.
Aunque muerto de miedo, el hermano sobreviviente colocó el pincho del asador en el fuego, esperó a que estuviera al rojo vivo y se lo clavó al cíclope en el ojo. Tartalo se incorporó dando alaridos, tratando de atrapar a tientas al de Antimuño. Pero el joven, se había ocultado entre las ovejas y las pieles que había por allí.
En vista de lo inútil de su búsqueda, el gigante apartó la roca de la entrada y se plantó en medio de la puerta con las piernas abiertas.
Haciendo salir a todo el rebaño por entre ellas, palpó a cada una de ovejas. Pero el prisionero, envuelto en una de las pieles, logra escapar. Para cuando el cíclope descubrió el engaño, el muchacho corría ya monte abajo.
Inició entonces Tartalo una pronta persecución, y como tenía las piernas mucho más largas que su perseguido, en seguida estuvo a punto de darle alcance. Aunque sin conseguirlo, pues el muchacho, en desesperación, optó por arrojarse a un pozo. También lo haría el gigante. Pero el de Antimuño, buen nadador, logró ponerse a salvo. Por el contrario, Tartalo, que no sabía nadar, pereció ahogado.


LA ABUELA GRILLO

El mito de la Abuela Grillo cuenta que en un principio, la abuela de los «ayoreos» era un grillo llamado Direjná. Era la dueña del agua, y donde ella estaba, también estaba la lluvia. Sus nietos le pidieron que se fuese. Cuando lo hizo, todo fue calor y sequedad. La abuela Grillo decidió vivir en el segundo cielo y desde allí es capaz de enviar lluvia cada vez que alguien cuenta su historia.

Los ayoreos son cazadores-recolectores nómadas actualmente reducidos a unas pocas comunidades en Bolivia, Paraguay y el norte Argentino.

KILKER AMONA

Kilker Amonaren mitoak dio, hasieran batean, “ayoreos”-en amona Direjná izeneko kilkerra zela.Uraren jabe zen, eta bera zegoen lekuan euria zegoen. Behin bere ilobek alde egiteko eskatu zioten. Hori egin zuenean, dena lehortu egin zen eta bero izugarria etorri zen. Kilker amonak bigarren zeruan bizitzea erabaki zuen eta bere istorioa kontatzen den bakoitzean euria bidaltzen du bertara.

Ayoreoak ehiztari/biltzaile nomadak dira, gaur egun komunitate gutxi batzuetara murriztuak, Bolivian, Paraguain eta ipar Argentinan.

 


 

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